INTENDENTE JARDUA CONVOCA MESA AGRÍCOLA PARA MITIGAR EFECTOS DE LA DROSOPHILA SUZUKII Y LA SEQUIA
Con el fin de buscar iniciativas e instrumentos que permitan atenuar los efectos, tanto de la Drosophila suzukii o mosca de alas manchadas como de la sequía en el agro, el Intendente Cristóbal Jardua, convocó una mesa agrícola con los distintos servicios de la cartera. En la reunión junto con visualizar las problemáticas futuras del sector frutícola y ganadero, se evaluó una estrategia de apoyo desde el Gobierno Regional que se sumaría a los más de 150 millones de pesos que Indap ha entregado a productores de la región.
La Drosophila Suzukii es considerada una plaga emergente e invasiva que ataca a una amplia gama de cultivos de frutales y que en nuestra región ha afectado principalmente a berries, en particular frambuesas.
Al respecto el Intendente Jardua señaló que “encargué de manera muy especial a los servicios relacionados con el agro, levantar iniciativas adicionales a las que ya se están entregando para apoyar a los agricultores que sufren efectos de la sequía y de una plaga que ha proliferado en la región. Recordemos que Indap ya está entregando $200.000 a cada productor que se vio perjudicado por las lluvias de fines de enero y hoy anuncian que se suma una bonificación de aproximadamente entre $100.000 a $200.000 para que el agricultor pueda comprar sus insumos y ver la posibilidad de controlar en parte esta plaga y anteponernos para la próxima temporada de cosechas”.
Agregó que “la idea es sumar recursos locales desde el Gobierno Regional para ir en apoyo directo de quienes se pueden ver perjudicados por las altas temperaturas que se están viviendo que, sumado a la escasez de agua, afectan a un sector tan esencial en nuestra economía regional”.
Por su parte, el Seremi (s) de Agricultura, Eduardo Jeria, recalcó que “estamos trabajando en un programa de emergencia con recursos regionales que permita especialmente a los productores de berries tomar las medidas para hacer frente a los efectos de la mosca de alas manchadas, además de una campaña focalizada en entregar medidas preventivas para que los agricultores puedan contener la plaga cuyo efecto seguramente se verán a partir de la próxima cosecha”.
En tanto la Directora Regional de Indap, Tatiana Merino comentó que “de los últimos temporales ocurridos, a fines enero de este año, estamos apoyando a 759 usuarios que se vieron afectados por las lluvias con ataques de hongos a sus berries, y diferentes cultivos por aproximadamente 151 millones ochocientos mil pesos, y no descartamos que se vayan presentando nuevos casos (…), cada vez son menos, pero estamos con las puertas abiertas semanalmente recogiendo en lo que nos va llegando en las diferentes áreas”.
Además, recordó “la importancia de tomar el seguro agrícola, con el que los agricultores se ven protegidos ante eventos climáticos adversos, y es una herramienta muy importante de transferencia de riesgo que a través del Indap se pone a disposición de usuarios y que cubre el 95% de los costos que significa la prima; cubre cereales, cultivos industriales, hortalizas y legumbres; los protege a eventos como nieves, temporales, viento y lluvia abundante».
El Coordinador Zonal Biobío-Ñuble de la Comisión Nacional de Riego, Javier Avila, añadió que «los distintos servicios del agro, convocados por el señor Intendente, nos hemos abocado a planificadamente trabajar en una estrategia de cómo enfrentar las principales preocupaciones que tiene hoy día el mundo del agro, me refiero al efecto que tiene la Drosophila Suzukii en nuestros frutos y también temas relacionados con la ya prolongada sequía que aqueja al país. Lo importante, es que todos estos trabajos si se hacen coordinada y oportunamente nos permiten ir en ayuda o prevenir situaciones mucho más complejas especialmente con los pequeños agricultores”.
Cabe recordar que Indap ha entregado bonos de 200 mil pesos a pequeños agricultores que reportaron efectos con las lluvias que se produjeron a fines de enero y que el requisito para obtener este beneficio es ser usuarios vigentes, es decir, sin deudas crediticias o no tener rendiciones pendientes. Además, ellos deben comprar los productos para su cultivo y después rendir con boleta, factura o declaración jurada simple.
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