Ecuador culminó sus comicios presidenciales en relativa calma
Las elecciones se realizaron con diversas restricciones derivadas de la pandemia de coronavirus. Hasta el momento el izquierdista Andrés Arauz está liderando las preferencias en encuestas a boca de urna y con la posibilidad de ganar en primera vuelta o, en cambio, ir al balotaje con el exbanquero de derecha Guillermo Lasso.
Al cierre de casillas para escoger presidente y asambleístas el domingo en Ecuador, la jornada electoral terminó en relativa calma. El izquierdista Andrés Arauz y el exbanquero de derecha, Guillermo Lasso, encabezaban las encuestas de intención de voto y parecían enfilados hacia un balotaje.
Durante el día se observaron largas filas de ciudadanos alrededor de los recintos electorales, especialmente en las grandes ciudades, a veces con horas de espera, antes de que los votantes portando mascarilla lograran sufragar acatando el distanciamiento social y las normas sanitarias que dispusieron las autoridades para evitar la acumulación de votantes dentro de los recintos electorales.
Al cierre de las urnas, algunos canales de televisión nacionales difundieron dos encuestas a boca de urna: una contratada por Arauz, de la firma Clima Social, que señala que ese postulante habría obtenido 36,20% seguido de Lasso con 21,70%, y un segundo estudio contratado por este último, de la firma Cedatos-Gallup, que dice que Arauz obtuvo el 34,94% y Lasso 20,99%. No se ofrecieron datos como margen de error ni el número de personas encuestadas.
Los primeros resultados del conteo rápido oficial se difundirían tres horas después del cierre de casillas.
En sus primeras reacciones, Arauz agradeció en rueda de prensa a sus votantes y al resto de ecuatorianos que escogieron a otros candidatos y aseveró que aunque hay encuestas a boca de urna disponibles, «tenemos que ser absolutamente respetuosos del proceso democrático y esperar que tengamos los resultados oficiales por parte del Consejo Electoral. No es prudente salir al paso con resultados de una encuesta».
Más temprano, después de sufragar, el presidente Lenín Moreno dijo que su gobierno respetará «la voluntad de la ciudadanía que se va a a expresar sin duda alguna este día, estaremos atentos siempre y mediante todos los sistemas de seguridad».
Dieciséis candidatos compiten por suceder a Moreno, un protegido que luego se convirtió en rival de Rafael Correa, quien gobernó Ecuador durante una década y sigue gravitando a pesar de una condena por corrupción que le impidió buscar la vicepresidencia este año.
Andrés Arauz, un joven izquierdista apadrinado por Correa, y Guillermo Lasso, exbanquero de derecha que se postula por tercera vez consecutiva para el mismo cargo, llegan a las urnas liderando las encuestas de intención de voto, respectivamente. Un poco más alejado y en tercera posición figura el postulante Yaku Pérez, del partido de los indígenas Pachakutik.
Arauz no pudo ejercer su voto en Quito debido a que estaba empadronado para hacerlo en México, donde vivía hasta poco antes de su postulación, y no cambió su domicilio electoral. El domingo optó por acompañar a su abuela Flora Galarza a votar en un centro instalado en el norte capitalino.
Lasso sufragó junto a su esposa María de Lourdes Alcívar en la ciudad de Guayaquil.
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener la mitad más uno de los votos válidos o el 40% de los sufragios y una ventaja de 10 puntos sobre su más inmediato rival. De no suceder esto, se ha fijado un balotaje para el 11 de abril.
Arauz, de 36 años, ha propuesto hacer que los ricos paguen más impuestos y fortalecer los mecanismos de protección al consumidor, la banca pública y las organizaciones locales de crédito y ahorro. Ha dicho que no cumplirá con los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
Lasso favorece las políticas de libre mercado y el acercamiento de Ecuador a organismos internacionales. Prometió crear más puestos de trabajo y atraer bancos internacionales. También quiere impulsar los sectores petrolero, minero y energético a través de la participación de entidades privadas para reemplazar el financiamiento estatal.
El ganador asumirá las riendas del país el 24 de mayo. Tendrá que trabajar para sacar a la nación productora de petróleo de una crisis económica cada vez más profunda que ha sido exacerbada por la parálisis productiva y comercial causada por pandemia.
El país de 17 millones de personas había registrado más de 253.000 casos y casi 15.000 muertes por COVID-19 hasta el viernes, según datos de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
Ir a la publicacion en el sitio original / Soy Chile
Fuente Original:
Share this content: