INIA apuesta a estrategia de vinculación para ayudar a productores/as en la adopción de tecnologías
Metodología de trabajo resalta la opinión de los propios agricultores y agricultoras para resolver, de común acuerdo, los problemas que presentan en sus predios y cultivos.
Un cambio destinado a relacionar de manera más eficiente a los productores/as con las nuevas tecnologías generadas en el sector agrícola, está adoptando INIA en el país. En reciente visita a INIA Quilamapu, en Chillán, el subdirector nacional de vinculación y transferencia tecnológica de la entidad, Rodrigo De La Barra, recalcó que “la vinculación es el camino para que acortemos las brechas y ayudemos a solucionar temas urgentes en tiempos de cambio climático y de patrones de consumo”.
El directivo explicó que el énfasis en la vinculación, implica definir, en conjunto con los agricultores/as, lo que tienen que saber o lo que les falta para mejorar en sus procesos productivos, fortaleciendo la conversación que también incluye a los equipos técnicos. “Muchas veces los usuarios se quejan de que les planteamos cosas que van más allá de lo que ellos quieren solucionar”, modalidad que cambiará por una metodología que invita a la participación de las partes interesadas.
De La Barra destacó que el INIA realiza una gran cantidad de actividades de capacitación y de extensión, y que unas de las más importantes será la generación de vitrinas tecnológicas territoriales, instancia en la que productores y productoras puedan conocer, una propuesta productiva real que puedan replicar en sus respectivos predios.
Este cambio de directriz está siendo incorporado a los equipos técnicos de INIA, tanto a quienes trabajan en investigación como en extensión, sostuvo el directivo, lo que redundará en el traspaso de información más eficiente y con mayor rapidez.
Tecnologías TAS en Ñuble
Es en la región de Ñuble donde se están implementando las tecnologías TAS (Transición Agrícola Sostenible), mencionó Rodrigo De La Barra, quien explicó que estas buscan mejorar la sostenibilidad de los sistemas de producción de gran mediana o pequeña escala. Entre sus aspectos más relevantes, añadió que las TAS buscan reducir la cantidad de agroquímicos en las actividades agrícolas, hacer más eficiente el uso del agua y bajar la huella de carbono.
En este aspecto, el directivo nacional resaltó que en la Región de Ñuble el tema del riego y el uso eficiente del agua es un aspecto estructural y central. En cuanto a la reducción en el uso de agroquímicos, destacó que resulta esencial emplear bioinsumos y desarrollar variedades mejoradas de frutales y de cultivos (trigos panaderos, trigos candeales, arroz, avena, porotos) que son menos demandantes de agua y más resistentes a algunas enfermedades. “Yo me atrevería a decir que -en esta región- el desarrollo de bioinsumos, de cultivos y el uso del riego son el eje central para contribuir a una mayor sostenibilidad”, haciendo alusión al Centro Nacional de Bioinsumos inaugurado este año en dependencias de INIA Quilamapu, lugar donde se producen estimuladores de crecimiento de frutales, hortalizas y cultivos mediante la acción de hongos endófitos.
Este último aspecto se coordina con las misiones priorizadas por el INIA que apuntan a disminuir la huella ecológica y ambiental de la producción agropecuaria; a diversificar la matriz agroalimentaria; a conservar y aumentar la biodiversidad productiva; y a fortalecer la transferencia de tecnologías.
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