12/01/2021 8:11:55
Medios dicen que agentes fueron confundidos como parte del espectáculo ofrecido en tour sexual que desafió la pandemia,

Foto Nota
Las fiestas clandestinas se han convertido en un problema generalizado en el mundo en su lucha para controlar la pandemia del coronavirus. Sin embargo, en Argentina hubo un evento que fue más allá.
En la madrugada de este domingo la policía y los fiscalizadores de seguridad y sanidad de Mar del Plata llegaron a una finca del sector llamado Sierra de los Padres, alertados porque se estaba realizando una juerga, lo que contrariaba las prohibiciones de reunión.
Para sorpresa de los agentes, en el sitio hallaron a unos 20 matrimonios que compartían una cena. Se trataba de uno de los encuentros que involucraba una oferta de tour sexual organizado para el intercambio de parejas, una práctica conocida como swinger.
«Cuando nos vieron pensaron que éramos parte del show. Que éramos strippers», declaró uno de los policías a Infobae.
Testimonios similares se replicaron en otros medios trasandinos. En uno de ellos, citado por el sitio marplatese 0223, un fiscalizador comentó que cuando los comensales supieron que se trataba de un operativo, una participante dijo: «¡Qué lástima!, cuando los vi pensé que había llegado el postre».
Los fiscalizadores comentaron que acudieron al lugar tras recibir una denuncia sobre una supuesta fiesta electrónica que se celebraba en la finca del balneario.
Al llegar notaron que se trataba de un evento swinger, algo que los propios organizadores les habrían confirmado luego. Los oficiales aseguran que los encargados les entregaron todas las facilidades para trabajar, al igual que los participantes, quienes según los oficiales fueron «respetuosos, no se resistieron y hasta bromearon con lo sucedido».
De acuerdo a Infobae, el tour sexual ofrecido incluía traslado, hospedaje, comidas y varias noches de diversión. La gran mayoría de las pareja provenía de Buenos Aires.
Para contener la pandemia las autoridades provinciales prohibieron la realización de eventos nocturnos en muicipios costeros y los organizadores se exponen a multas que llegan a los 3 millones de pesos argentinos, que equivalen a 25 millones de pesos chilenos.

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