La iniciativa, que incorpora tecnología y nuevas especies, será ejecutada por INIA y contará con financiamiento compartido, FNDR y sectorial, donde el Gobierno Regional aportará más de $2.500 millones.

Apostando por la innovación para un importante sector productivo de Ñuble, el Consejo Regional dio luz verde a $2.585.193.000 para el proyecto Transferencia Fruticultura Sostenible y Resiliente al cambio climático, iniciativa que ejecutará el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Ñuble (INIA Quilamapu) y que también tendrá recursos sectoriales por $1.044.807.000, destinando un total de $3.630.000.000 al desarrollo agrícola en la región.

La iniciativa, que fue votada durante la sesión ordinaria n°125, tendrá una duración de 36 meses y busca aportar al desarrollo productivo sostenible mediante aumentos de la productividad y calidad de la fruta, capacitaciones y transferencia tecnológica.

Tras la aprobación de recursos, el Gobernador Crisóstomo entregó detalles de la iniciativa: “va a permitir incorporar nuevas plantas frutales a nuestra región. Esto está pensado en especies que son mucho más resistentes a la escasez hídrica, donde también los retornos económicos son mucho mayores de lo que están acostumbrados nuestros agricultores, beneficiando a cerca de 180 familias productoras de Ñuble. Este convenio, además, nos va a permitir tener 40 parcelas demostrativas que tendrán riego tecnificado y sistemas fotovoltaicos; capacitaremos a profesionales de  Prodesal; vamos a dejar instalados 25 estaciones de monitoreo, al menos una por comuna; y eso permitirá tener información precisa para nuestros agricultores”. A lo anterior se suma que “también va a incorporar giras tecnológicas para pequeños agricultores, insumos, reuniones de capacitación, seminarios, en fin, lo que estamos haciendo aquí es una apuesta innovadora para ampliar nuestra matriz productiva”, dijo la máxima autoridad regional.

Del mismo modo, el presidente de la Comisión de Agricultura y Recursos Hídricos, consejero regional Jezer Sepúlveda, calificó la iniciativa como “ambiciosa para la región”, ya que “va a cambiar la tecnología para los frutos. Por ejemplo, ellos piensan colocar lo que es la parte de pistachos, que no estamos acostumbrados en Ñuble, también tenemos la macadamia y lo otro que es súper importante, que en el sur de Chile hay mucho ya, es el calafate. Significa que vamos a participar con más de $2.500 millones para instalar a pequeños propietarios con toda la tecnología. Realmente un crecimiento en desarrollo”.

Finalmente, Marcelino Claret, director regional de INIA, aseguró que “este es un hito histórico. Es un proyecto que atiende a la demanda tecnológica de dos especies importantes como son el castaño y los papayos en la costa de nuestra región, y también incorpora tres especies que han sido analizadas por especialistas del INIA para buscar que ocupen poca agua, que funcionen en superficies pequeñas para que sirvan transversalmente desde los pequeños hasta los grandes agricultores, para  que sean muy rentables. Es una iniciativa que pretende incorporar a la Región de Ñuble nuevas alternativas de frutales y producir innovación, apropiado para el cambio climático, por eso cultivos que ocupan menos agua como macadamia, pistacho y calafate que consumen más o menos un tercio de lo que consume un frutal regular para producir y adaptado a las condiciones extremas».

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