Tras ocho meses cerradas reabren escuelas en Buenos Aires
Argentina figura sexto entre los países más afectados por coronavirus con más de 900.000 contagios y 24.100 muertos.
Después de casi ocho meses de aulas cerradas en Buenos Aires por la pandemia de coronavirus, alumnos de último año de escuelas técnicas fueron los primeros en volver a las clases presenciales este martes como parte de un plan progresivo para normalizar la educación pese a que los contagios siguen en ascenso.
«Después de 213 días de tener las puertas de las escuelas cerradas logramos abrirlas para los últimos años de la escuela secundaria y primaria», expresó Soledad Acuña, ministra de Educación de la capital argentina al reabrir la escuela pública técnica número 35.
«Hay 70.000 chicos entre gestión estatal y privada que van a poder volver a cursar en espacios de presencialidad que van a complementar a los espacios de virtualidad».
El ciclo lectivo había comenzado a principios de marzo, pero se suspendió pocos días antes de que el gobierno de Alberto Fernández decretara el 20 de marzo la cuarentena aún vigente.
Argentina figura sexto entre los países más afectados por coronavirus con más de 900.000 contagios y 24.100 muertos.
San Juan fue la primera provincia en retomar las clases en agosto, a la que se fueron sumando de a poco otras provincias. En el caso de la capital, el regreso a las clases fue motivo de arduas negociaciones entre el gobierno peronista de Fernández y el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, que pertenece a la coalición con la que gobernó el expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019).
Varios sindicatos docentes además se opusieron a las clases presenciales por temor a contagios. Por protocolo de la ciudad, aquellos que asistieron este martes fueron sometidos a exámenes serológicos.
En una primera etapa volvieron a las escuelas los alumnos de sexto año de las escuelas técnicas, a los que se sumarán próximamente estudiantes del último año de escuelas medias y en una tercera etapa los cursantes del último grado del ciclo primario. La asistencia a las escuelas es voluntaria.
En la puerta de la escuela técnica 27, los estudiantes fueron recibidos este martes por personal que les tomó la temperatura, les dio alcohol en gel y una máscara para usarla durante su estadía en la escuela.
Las clases se dictaron en el patio de la escuela en grupos de no más de ocho alumnos y un docente frente a una pizarra.
«Es raro volver a las clases y escuchar al profesor acá y decirle que no entendés y que te diga ‘es así, así, así’. Capaz en las clases on-line nos constaba más entender», comentó la alumna Antonella Díaz Sibiloni, de 18 años.
En la nueva normalidad se extrañan los recreos y el contacto con los amigos, admitió la estudiante. «Estar todos juntos, viéndonos, ‘chocando los cinco’, y no podemos. Es a la distancia, con tus amigos no podés tomar mate. Se extrañaba tener el contacto más cercano, aunque sea a un metro de distancia está bueno».
Cada escuela debe contar con un espacio para el aislamiento de un caso sospechoso de coronavirus y en el caso de un positivo se suspenderá al grupo al que pertenece estudiante o docente afectado.
«La escuela sin los pibes (chicos) no es lo mismo, realmente se los extraña a pesar de que a veces te hacen enojar. Es mejor que te hagan enojar a que no estén», bromeó Oscar Lazbal, director de la escuela técnica 27.
Los establecimientos de gestión privada pueden sumarse a esta iniciativa para los mismos años y grados.
La ministra Acuña adelantó que «antes de noviembre vamos a tener todas las escuelas abiertas en la ciudad».
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